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sábado, mayo 21, 2011

Las bestias maquiavélicas



La bestia una criatura camaleónica, con mil facetas, rostros, caras, muecas, excusas y esquemas. Capaces de digerir caviar y carroña, seres básicos, impulsivos por naturaleza. Libido, hambre y sed, los un poco más evolucionados sed mental.

Siendo estos últimos casi extintos, pero cumplen al igual que su mayoría dominante, las necesidades básicas.

Criaturas que sobreviven de manera parasita, absorben a su alrededor beneficios y tranzan tiempo, dicho está de paso decir, uno de los tesoros más preciados de las bestias maquiavélicas, no así de las bestias. Su valioso tiempo, juez y testigo de sus horas de caza, analizan y clasifican cientos de prototipos y otros cuántos de tipo, esparcimiento, y laboriosidad.

Criaturas de increíble e irrisoria capacidad de análisis, mezclada con los instintos más básicos de la subsistencia humana, la entropía misma de la naturaleza humana.

Criaturas diseñadas física y cerebralmente para aguantar cargas, miles de malos ratos, excesos y millas, complementadas con la interesante condición de no tener escrúpulos, culpas ni complicaciones.

Cerebros analíticos capaces de descifrar una variable en cuestión de segundos y descartar o potenciar la técnica de enganche a la presa.

Bestias maquiavélicas, dignas cuidado y distancia pero también de intriga, análisis y aprendizaje.