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domingo, marzo 14, 2010

Sueño

A veces me gustaría averiguar dónde se va mi sueño cuando logro echarlo, a punta de té, café, y otras yerbas, lo expulso.

¿Se esconderá bajo mi cama? O ¿dentro de alguna flor?, quizá se va de carrete por allí, o ¿simplemente se duerme sin mí?.



jueves, marzo 04, 2010

La vola de las gotas




Al principio como todos también las odiaba, acostumbro a traer mis gotas, de esas que luego de uno mañanero que alumbra el día, y en algunos casos con las personas, si no fueran tan files amigas. Le ofrezco a mis amigos gotitas en la buena onda, y de varios recibo el clásico “noo me matan la volá”, de pura vola analice el asunto, es cierto los efectos son notorios, tus ojos se tornan a un sospecho blanco, se abren más, ya que los deshincha, y te sentir mejor, es decir menos torpe.

Cariño es cierto pero analícese bien, sigue pensando existencialismos, en planes del día, en el carrete que se viene, en el viaje pasado, en que tiene que llamar a alguien, que aún le queda por ir al banco, ¡y otras mil tonteras más!, me explico, las ideas en su cabeza llegan bombardeando aleatoriamente, una tras otra sin tener orden ni hilo conductor, en otras palabras está usted ¡disperso!. El bajoncito le llega igual, pero está más vivito, menos torpe y con una cara presentable en sociedad. Cómo si esto fuera poco, a demás anda livianito de genio y con la sonrisa a flor de labios.

¿Cómo que le matan la volá?, usted está todavía en los cielos, sólo que no lo aparenta… tanto… no sea tacaño, gaste 1500 pesos y cómprese unas, su familia, profesores y amigos lo agradecerán. Claro si quiere darse el gustito de no echarse de vez en cuando tampoco está mal, pero para el día cotidiano, no se vaya en la volá.

El boliche y yo


Recuerdo al primera vez que oí de ese lugar, que la comida es exquisita, la gente piola, la música filete y los tragos no son pateados… yo pendeja prefería estar tomando lo qué fuera, dónde fuera , con los “friends”.

La primera vez que fui, logré convencer a los “friends” de ir, fuimos, comimos, tomamos, reímos y la pasamos la raja. La tercera vez también la recuerdo, lo mismo de siempre, para hacerlo interesante, vino, pollo al pil pil, laguna azul, y coqueteo, de este último ingrediente un poco más.

De la cuarta, no tengo ni puta idea, un carrete así improvisado, con gente improvisada y música mestiza, pero como siempre un muy rato.

Allí e pasado cumpleaños de mis hermanos, fiestas de la nada, cenas de negocios, de las románticas, de las improvisadas, y ¡sí! Aunque no lo crea e ido hablar de la u, por que dan un almuerzo muy rico y a pasos de mi universidad.

La cosa es que no importa las veces, ni el contexto, ni la disposición con la que concurra a este lugar, el resultado es siempre positivo. A compartir con amigos, a hablar de la vida, a emborracharse, a wuebiar, a cazar, a lo que quiera, usted amigo si tiene sus lucas, vaya al boliche le aseguro que será una buena noche.

No se asegura el lugar de finalización del carrete, ni el estado, sólo la diversión.