Buscar este blog

viernes, febrero 12, 2010

Remapies

Aún no es fácil hablar de ti, todavía siento esa mezcla del nudo en la garganta y la calidez de tu nombre en mi pecho.

Quizá mi mayor congoja es que aún te nombro en presente y a ratos imagino que estás en tu pieza durmiendo o en el trabajo, todavía tiendo a pensar que estás.
Es ahora cuando me doy cuenta que me dejaste a medio camino, no estarás cuando me titule, no estarás en mi primer día de trabajo, no estarás más en mis cumpleaños, no conocerás a mis hijos, y no estarás para entregarme en el altar.

Hoy que me siento enferma, extraño tus caricias, tus guitarreos, tu voz, tu olor, tus palabras y hasta tus reclamos por no cuidarme la diabetes.

Me prometiste estar toda la vida conmigo, yo crédula te creí, no cumpliste, me dejaste a medio camino, suponiendo que sólo viva hasta los cincuenta.

Pero te perdono, por que te amo tanto que prefiero vivir el resto de mi vida sin ti que seguir viéndote sufrir.

El gato, mi gato, mi hombre, mi amor, mi vida, mi inspiración, mi padre y ahora mi ángel.


No hay comentarios.: