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jueves, marzo 04, 2010

El boliche y yo


Recuerdo al primera vez que oí de ese lugar, que la comida es exquisita, la gente piola, la música filete y los tragos no son pateados… yo pendeja prefería estar tomando lo qué fuera, dónde fuera , con los “friends”.

La primera vez que fui, logré convencer a los “friends” de ir, fuimos, comimos, tomamos, reímos y la pasamos la raja. La tercera vez también la recuerdo, lo mismo de siempre, para hacerlo interesante, vino, pollo al pil pil, laguna azul, y coqueteo, de este último ingrediente un poco más.

De la cuarta, no tengo ni puta idea, un carrete así improvisado, con gente improvisada y música mestiza, pero como siempre un muy rato.

Allí e pasado cumpleaños de mis hermanos, fiestas de la nada, cenas de negocios, de las románticas, de las improvisadas, y ¡sí! Aunque no lo crea e ido hablar de la u, por que dan un almuerzo muy rico y a pasos de mi universidad.

La cosa es que no importa las veces, ni el contexto, ni la disposición con la que concurra a este lugar, el resultado es siempre positivo. A compartir con amigos, a hablar de la vida, a emborracharse, a wuebiar, a cazar, a lo que quiera, usted amigo si tiene sus lucas, vaya al boliche le aseguro que será una buena noche.

No se asegura el lugar de finalización del carrete, ni el estado, sólo la diversión.

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