La inspiración agoniza

Me sofocan tus molestias, me incomodan tus risas, no comparto sus pensamientos, no quiero sus lastimas, estoy harta de dar explicaciones, estoy cansada de tener que sonreír para no amargar al resto, no soporto aguantar las pataletas de cabros chicos sentidos, ser menor no es excusa para ser pendejo.

Mi inspiración esta tirada en una cama, y con la vida yéndosele a pedacitos por un tubo, mientras sólo me queda resignarme a mi rol de observador, a lo más de apoyo, el cual no es muy útil, en estos tiempos dónde tu mente deambula por lugares sin sol ni realidad, no existe abrigo que te caliente y me uno en tu viaje, juro que preferiría estar en tu lugar que verte partir así, los días se me hacen largos y costos a la vez, los tiempos se me agotan y las palabras las vomito sin mayor proceso, estoy sola en medio de un tumulto de gente a la cual aún no logro divisar.

Te miro, piel pegada a tus huesos, tu gran sonrisa de galán se a transformado en una mueca tétrica de dolor, ya no aguanto verte así, y aún así prefiero continuar con este sentimiento, que resignarme a despedirme.

No quiero darte ese adiós, no quiero que me dejes, no es justo para ti, no es justo para mí.

Se acerca el final de tu camino, la última estación del tren a la cual te puedo acompañar, nunca e sido buena en las despedidas, por favor no me digas adiós, porqué es para siempre, sólo dime hasta luego, así podré cerrar lo ojos y tenerte aquí siempre.

No estoy para molestias ajenas, no comparto tu alegría, no pienso claro como tu, detesto la lastima, no tengo que darte explicaciones, la mascara se me cae, yo tengo suficiente con mis pendejadas y mis lagrimas.

Yo tengo un dolor que tu no puedes entender, yo quiero hacer un cambio, quiero irme a cambio de que mi inspiración se quede, no puedo ser feliz sin él, no puedo soñar si no esta él, no deseo más que humo, un abrazo y a él.